Me pasé, la gente miraba sin entender
me decían: vos no estás bien...
Es que no tengo reloj, ni monedas para volver...
y ni siquiera sé donde estoy!
El sol cayó y yo que seguía tirado ahí
sin poder encontrar al par de ojos negros en cielo gris
de ese ángel que al sonreír, no hay tristeza cerca de mí...
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